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¿Puede la meditación curar enfermedades?

Por Maureen Seaberg

Un Lama Tibetano afirma que recuperó su pierna gangrenada meditando por un año. Ahora los científicos están estudiando su cerebro, con la esperanza de descubrir un milagro médico.

Maureen Seaberg

Publicado: 2015-08-14

¿Puede el poder de la meditación ayudar a los humanos a sanarse a sí mismos? Esto es lo que un grupo de científicos esperan determinar estudiando a un Lama Tibetano que afirma haberse curado de gangrena meditando. 

Cuando Lama Phakyab Rinpoche emigró a los EEUU en el 2003, era un refugiado de 37 años con diabetes y la enfermedad de Pott (una clase de tuberculosis). Su afección había empeorado tanto, que desarrolló gangrena en el pie y pierna derecha. Fue hospitalizado y examinado por tres diferentes médicos en la ciudad de Nueva York, todos recomendaron la amputación.

Poca gente desoiría esa clase de consejo médico, pero Rinpoche no es una persona promedio. Nacido en Kham, Tíbet. Se ordenó como monje a la edad de 13 años y fue nombrado la encarnación número Ocho de Phakyab Rinpoche por el propio Dalai Lama, cuando estaba terminando sus estudios en el máximo nivel académico tibetano, el grado de Geshe, en 1993. Un hombre profundamente espiritual que ha dedicado su vida a la enseñanza del Budismo, era natural para él consultar con su mentor, Su Santidad El Dalai Lama, antes de tomar una decisión sobre la amputación.

La repuesta del Dalai Lama fue inesperada: No te amputes. En lugar de eso, dice Lama Phakyab Rinpoche, el líder espiritual le indicó usar sus habilidades como virtuoso en la meditación Tsa Lung, sanarse a sí mismo, y luego enseñar a otros el valor de la antigua tradición. Le envió una carta prescribiendo mantras adicionales, como el de Hayagriva, del cual se dice que ayuda a proteger y eliminar obstáculos en los nuevos emprendimientos en su tradición.

Fue una decisión que requiere una fe incomprensible. Pero, Rinpoche dice que no cabía duda en su mente. A pesar de que los doctores habían dejado muy claro que moriría, él no tenía ningún miedo. “Como budista, ¿qué es lo peor que podría pasarme si moría?”, le dijo a The Daily Beast a través de un traductor. “Volvería a nacer otra vez. Pero perder una pierna en una vida por no haber tratado de salvarla no tenía sentido.”

Así fue como empezó a meditar. Rinpoche dice que no tomó ninguna medicina y su dieta fue ordinaria. Sólo se detenía para las comidas, cuando su maestro venía a visitar, compartía la comida y disfrutaban la conversación, pero luego él retornaba a la meditación antes de una buena noche de sueño al final del día. En la mañana, se levantaba y volvía a su rutina.

En los primeros días de este ritual, recuerda Rinpoche, la herida putrefacta de su pierna se puso negra; unos meses después blanquecina, y empezaron a aparecer moretones. La hinchazón se incrementó y se volvió más dolorosa. El hedor era terrible, afirma. Sin embargo, no tenía dudas.

Luego, después de nueve meses, él dice que algo, que muchos norteamericanos considerarían un milagro, empezó a ocurrir. El líquido que salía de su pierna empezó a aclararse. La hinchazón disminuyó. Pronto pudo empezar a apoyarse en ella. En diez meses pudo caminar nuevamente, primero con muletas. Poco tiempo después, dejó una de las muletas, y luego, antes de que haya pasado un año, estaba caminando por sí mismo.

El proceso de degradación no fue solamente detenido, su pierna volvió de la muerte. Su diabetes y complicada tuberculosis hoy día han desaparecido también.

Ahora, un grupo de doctores de la Universidad de Nueva York han empezado a estudiar a Rinpoche, específicamente su cerebro. Los practicantes de la meditación Tsa Lung, como Rinpoche, visualizan un viento (lung o prana) que es uno con la mente, moviéndose hacia abajo por el canal central de su cuerpo, purificando obstáculos e impurezas antes de ingresar en canales más pequeños aún.

“Esta es una práctica cognitivo-conductual que la actual ciencia Oriental-Occidental sugiere que puede ser más efectiva que cualquier intervención médica estrictamente occidental,” dice el Dr. William C. Bushell, un investigador en antropología médica afiliado al MIT y director de la Casa para la Investigación Oriental-Occidental por Tíbet (East-West Research for Tibet House) en Nueva York. La gangrena no es curable por intervención médica actualmente una vez que pasa cierto grado, excepto por amputación.

El Dr. Bushell y el Ph.D. en neurociencias de la NYU, Zoran Josipovic obtuvieron la aprobación de Lama Phakyab Rinpoche para realizarle un escaneo de sus funciones cerebrales (functional MRI scan) mientras medita en el Centro de Imágenes Cerebrales de la NYU. En este primer escaneo, Rinpoche participó en un estudio en curso sobre los efectos de diferentes tipos de meditación en las redes anti-correlacionadas del cerebro, que el Dr. Josipovic ha estado llevando a cabo en la NYU.

Buschell ha escrito un análisis científico sobre los procesos que ocurren en el mismo tipo de meditación que practicó Rinpoche en una carta a Joshua Lederberg, Premio Nobel de Medicina, hace 10 años. El Dr. Lederberg fue uno de los gigantes de la ciencia moderna, padre de la biología molecular, la medicina basada en enfermedades infecciosas, y la genética moderna. Su fundación publicó la carta, que es, en realidad, una adaptación de un artículo científico, puede hallarse en su sitio web. Habla de la leve a moderada hipertermia resultante de la práctica, que mata las bacterias y ayuda al cuerpo a sanarse.

“No está del todo claro, desde el punto de vista de la ciencia occidental, lo que son los vientos, pero la evidencia científica me sugiere a mí y a otros que el proceso meditativo que involucra los vientos incrementa el flujo local de sangre, la actividad metabólica y la oxigenación,” explica Buschell. “El modelo científico que desarrollé (que ha permanecido largamente en estado teórico) está basado en, entre otras cosas, el trabajo pionero del Dr. Thomas K. Hunt sobre las propiedades antibióticas de la oxigenación en la sangre y los tejidos subyacentes y fue patrocinado por el Institute of Noetic Sciences en Petaluma, California. La investigación sugiere que el imaginario mental dirigido a ciertas partes del cuerpo, superficiales y profundas, puede eventualmente llevar a incrementar el flujo de sangre local, la actividad metabólica, y la oxigenación. En principio, este incremente podría combatir bacterias tales como el Staphylococcus aureus, la cual no sólo puede ser la causa de la gangrena, sino que hoy en día usualmente es resistente a los antibióticos.”

El colega del Dr. Buschell, el Dr. Josipovic también está muy interesado en la habilidad de Rinpoche y, en particular, en la forma en que ésta puede haber modificado la organización estructural y funcional de su cerebro. Los primeros resultados de las pruebas son significativos, a primera vista, nos dice. Muestran cambios en una amplia red de áreas relacionada con la atención meditativa y el estado de conciencia. El equipo publicará sus descubrimientos el próximo año.

“En los últimos diez años, la investigación sobre los efectos de la meditación en el cerebro han ganado una atención pública y científica sin precedentes,” explica el Dr. Josipovic. “Lo que muestran estos estudios es que es posible optimizar la experiencia de vida cultivando estados cognitivos sutiles generados por la meditación, y que estos están acompañados por cambios en la estructura anatómica del cerebro, o neuroplasticidad. Sin embargo, lo que muy pronto se hizo evidente, es que gran variedad de técnicas de meditación y los estados de conciencia que implican, significan un reto considerable para comprenderlos desde los constructos establecidos por la ciencia occidental.”

El Dr. Josipovic dice que un nuevo descubrimiento de gran importancia en el campo de la neurociencia, sobre redes neuronales que fluctúan espontáneamente entre estados de descanso, tiene el potencial de arrojar cierta luz sobre el tema. “En un nivel global, el cerebro aparente estar organizado en dos grandes redes de estados: extrínseca, o la red de trabajo positivo, integrada por las áreas del cerebro que están activas cuando estamos enfocados en alguna tarea o ambiente externo, y la red intrínseca o ‘por defecto’, integrada por las áreas que están activas cuando reflexionamos sobre nosotros mismos y la propia experiencia.”

Estas redes están, generalmente, anti-correlacionadas en su actividad. Esto significa que cuando una está “encendida” la otra está “apagada”, nos dice. “Este antagonismo sirve para realizar algunas funciones saludablemente, por ejemplo, nos permite enfocarnos en una tarea y evitar soñar despiertos o ser distraídos por preocupaciones irrelevantes. Sin embargo, sospechamos que también implica algunos aspectos no tan saludables de nuestra experiencia diaria, tales como una excesiva fragmentación entre el uno mismo y el otro y lo interno y externo. En otras palabras, la mente dual que muchas tradiciones contemplativas identifican como la raíz del sufrimiento.” […]

http://www.thedailybeast.com/articles/2010/12/25/can-meditation-cure-disease.html


Lama Phakyab Rinpoche visitará el Perú en septiembre del 2015. Más información en: http://www.facebook.com/phakyabrinpocheperu


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No soy filósofo, ni académico, ni intelectual, ni maestro espiritual, así que habrá muchos que puedan decir esto mejor que yo. Pero lo diré.